Manual de prevención de riesgos laborales para funerarias

Para prevenir en la medida de lo posible los accidentes y las enfermedades laborales es imprescindible realizar una evaluación de riesgos laborales y contar con infraestructuras y EPI funerarias adecuadas.

Recuerda que la prevención de riesgos laborales en funerarias, como en cualquier otro sector, es un derecho de los trabajadores y una obligación para la empresa y también para los propios empleados.

Por ese motivo, cualquier funeraria que cuente con más de un trabajador a su cargo, está obligada a velar por la seguridad de sus empleados y, a la vez, a cumplir con la Ley de Prevención de Riesgos Laborales.

Prevención de riesgos laborales en funerarias

Una correcta prevención de riesgos laborales en funerarias implica evitar o minimizar las causas de los accidentes y de las enfermedades profesionales. Para ello, es necesario contar con un Plan de Prevención en el que se determinen los posibles riesgos de la actividad funeraria, las medidas de seguridad necesarias para prevenir los accidentes y una evaluación y revisión periódica de los mismos. 

Además, es necesario incluir diversos planes de formación destinados a los trabajadores para mantenerles informados sobre el alcance real de los riesgos derivados de su puesto de trabajo, así como la forma de prevenirlos en la medida de lo posible a través de procedimientos y Equipos de Protección Individual (EPI) adecuados.

¿Cuáles son los riesgos más habituales en una funeraria?

Los principales riesgos laborales en funerarias, cementerios y transporte de cadáveres (más adelante analizaremos los riesgos específicos de la tanatopraxia) son principalmente físicos:

  • Caídas al mismo nivel por tropiezos o resbalones
  • Cortes
  • Caídas a distinto nivel
  • Choques y golpes contra objetos inmóviles
  • Caídas de objetos por desplome o derrumbamiento
  • Caídas de objetos en manipulación
  • Choques y golpes contra objetos móviles
  • Contactos eléctricos
  • Atropellos y accidentes de tráfico con vehículos
  • Vibraciones (operarios de cementerios)

¿Qué medidas se recomiendan para evitar los accidentes?

Las medidas necesarias para evitar los accidentes, enfermedades y riesgos laborales en la actividad funeraria incluyen:

  • Una correcta manipulación de las cargas con los medios de transporte y elevación adecuados.
  • ­Delimitar la zona de circulación de camillas y ataúdes. 
  • ­Asegurar las ruedas de las camillas y mesas transportadoras de ataúdes.
  • ­Asegurar las estanterías y otros elementos especialmente pesados.
  • ­Eliminar  la  suciedad y los  obstáculos, así como mantener el espacio de trabajo limpio, iluminado y ventilado. 
  • ­Marcar y señalar los obstáculos y un calzado adecuado para la actividad.
  • Garantizar el cumplimiento de medidas preventivas para evitar la fatiga, principal causa de los accidentes de coche: descansar al menos siete horas antes de un viaje largo, revisar el estado del vehículo, durante el trayecto descansar cada dos horas, mantener el habitáculo del coche ventilado, hidratarse con frecuencia y evitar en la medida de los posible los viajes nocturnos o con altas temperaturas.

Nuevos riesgos laborales en funerarias como consecuencia de la covid-19

A todo este listado de riesgos laborales en funerarias, hay que incluir también las medidas de prevención derivadas de la pandemia de coronavirus, que han supuesto un cambio radical en las medidas de seguridad para la celebración de funerales. Dependen de la legislación de cada país, pero por lo general incluyen límites de aforo, distancia de dos metros entre los asistentes, medidas de higiene como el uso del gel hidroalcohólico y la mascarilla obligatoria en interiores. 

Con respecto al tratamiento de los fallecidos por covid-19, a pesar de que el riesgo potencial de transmisión se considera bajo, el Ministerio de Sanidad ha publicado un documento técnico para el manejo de cadáveres en el que recomienda disponer de EPI adecuadas, así como el uso de bolsas sanitarias estancas y biodegradables para el traslado de cuerpos que reúnan las características técnicas sanitarias de resistencia a la presión de los gases en su interior, estanqueidad e impermeabilidad.

Riesgos psicosociales

Los riesgos psicosociales  en la actividad funeraria incluyen todas aquellas situaciones o condiciones laborales que tienen una alta probabilidad de afectar a la salud tanto física como mental de los trabajadores: el estrés, el síndrome del trabajador quemado o burnout, el tecnoestrés, la fatiga mental, la violencia y el acoso laboral o el acoso sexual son algunos de los principales riesgos psicosociales que pueden aparecer en el trabajo.

Los trabajadores funerarios están en continuo contacto con la muerte. A pesar de ello, deben transmitir serenidad, empatía y estabilidad. Este control de las emociones puede provocar una sobrecarga en los trabajadores. Además, en ocasiones deben lidiar con el tratamiento de restos humanos mutilados, desfigurados o en proceso de descomposición, lo que sin duda, supone un riesgo psicosocial que no debemos pasar por alto.

Las medidas principales para tratar de prevenir los riesgos psicosociales en las funerarias y evitar el estrés y la sobrecarga emocional de los trabajadores incluyen una correcta planificación del trabajo, garantizar los descansos y establecer turnos adecuados.

Riesgos laborales en tanatopraxia

Los servicios de tanatopraxia presentan riesgos laborales para funerarias derivados de la manipulación de cadáveres entre los que destaca la exposición a agentes biológicos causados por virus, parásitos y hongos, bacterias y/o priones. Además, también hay que destacar los riesgos químicos que puede provocar la exposición al formaldehído, metanol e hipoclorito sódico.

Entre las principales medidas preventivas para evitar los riesgos laborales en tanatopraxia, el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSST) recomienda los siguientes.

Organización del trabajo

  • Establecimiento de procedimientos de trabajo adecuados, así como de protocolos escritos de actuación en caso de accidente con riesgo de exposición a agentes biológicos.
  • Todas las prácticas de tanatopraxia deberán realizarse en lugares apropiados para ello, dotados de mesa adecuada con desagüe y que pueda ser lavada y desinfectada fácilmente, al igual que el suelo y paredes de la habitación.
  • Además, dispondrán de lavabos de accionamiento no manual, aseos con duchas y vestuarios para el personal, así como los elementos necesarios para la protección y seguridad en el trabajo.
  • Si durante los trabajos de embalsamamiento o en cualquier otra función de estas profesiones tiene lugar un corte o un pinchazo con material con posibilidad de estar contaminado de sangre u otro fluido biológico, seguir las indicaciones postexposición, las cuales empiezan por la limpieza y desinfección de la herida y a continuación siempre que sea necesario seguir la profilaxis postexposición. Además, se debe disponer de un servicio médico de referencia donde acudir en caso de accidente, que debe indicarse en el protocolo escrito.
  • Los residuos que se generan en estas operaciones deberán ser manipulados y gestionados de acuerdo con lo establecido en la legislación vigente sobre residuos biosanitarios.

Medidas higiénicas

  • No comer, beber o fumar en las zonas de trabajo.
  • Evitar tocarse los ojos, nariz o boca con los dedos.
  • Lavarse las manos antes de comer o fumar.
  • Proveer a los trabajadores de ropa y calzado de trabajo adecuados.
  • Disponer de zonas de aseo apropiadas y adecuadas para uso de los trabajadores.
  • Disponer de lugares para guardar la ropa de trabajo de forma separada de la ropa u otras prendas personales.
  • Al salir de la zona de trabajo, el trabajador deberá quitarse la ropa de trabajo y los equipos de protección individual (EPI) que puedan estar contaminados por agentes biológicos.
  • Disponer de lugares adecuados para guardar los equipos de protección y verificar que éstos se limpian y se mantienen de forma adecuada.
  • Los EPI de un solo uso (no reutilizables) se deben desechar como residuos biosanitarios.
  • La ropa de trabajo y de protección, si son reutilizables, deben lavarse a altas temperaturas y separadamente de otras ropas no contaminadas 
Vía de transmisión Enfermedad Agente causante
Contacto directo con la piel o con objetos contaminados. Infección invasiva por estreptococos grupo A. Streptococcus pyogenes (Grupo A).
MRSA Staphylococcus aureus meticilina resistente.
Vía mano-boca por contacto con materia fecal u objetos contaminados con ella. Fiebre tifoidea. Salmonella typhi.
Hepatitis A. Virus hepatitis A (VHA).
Otras. Salmonella no typhi. Shigella dysenteryae. Cryptosporidium. Helicobacter pylori.
Vía respiratoria, a través de Síndrome respiratorio agudo severo (SARS). Virus SARS (Coronavirus). bioaerosoles. Tuberculosis. Mycobacterium tuberculosis.
Síndrome respiratorio agudo severo (SARS). Virus SARS (Coronavirus).
Meningitis. Neisseria meningitidis. Haemophilus influenzae.
Difteria. Corynebacterium diphtheriae.
Contacto directo con la piel o con objetos contaminados. Infección invasiva por estreptococos grupo A. Streptococcus pyogenes (Grupo A).
MRSA Staphylococcus aureus meticilina resistente.
Contacto con sangre u otros fluidos biológicos, a través de la piel o mucosas (pinchazos, cortes o piel dañada, salpicaduras de sangre u otros fluidos biológicos a ojos, nariz o boca). Hepatitis B. Virus hepatitis B (VHB).
Hepatitis C. Virus hepatitis C (VHC).
Síndrome de inmuno-deficiencia adquirida. Virus de la Inmunodeficiéncia Humana (VIH).
Contacto con sangre. Fiebre hemorrágica viral. Virus de Ébola y Marburg. Virus de la fiebre de Lassa.
Pinchazos, cortes o salpicaduras a membranas mucosas. Enfermedad de Creutzfeld-Jakob o encefalopatías espongiformes transmisibles. Priones.

Fuente: Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo

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