Resomación, la revolucionaria cremación ecológica a base de agua

Cada día se entierran o incineran a más de 155.000 personas en todo el mundo. La enorme huella ecológica que suponen estos dos procesos pone en duda la sostenibilidad ambiental de nuestro sistema de gestión de cadáveres. Por ese motivo, han surgido nuevas técnicas como la resomación o hidrólisis alcalina y la promación, dos alternativas a la cremación que reinventan el entierro ecológico y que responden a los cambios en la dinámica del mercado a favor de un modelo responsable con el medio ambiente.

Alternativas a la cremación

El entierro y la cremación son los dos métodos más habituales en la mayoría de los países para gestionar los cadáveres, pero no son técnicas muy ecológicas. Un cuerpo humano de tamaño medio emite unos 27 kilos de dióxido de carbono a la atmósfera durante la incineración. Y, a pesar de la mejora de los hornos crematorios, se pueden generar residuos gaseosos que son peligrosos para la atmósfera. Por su parte, la inhumación genera una mayor huella ecológica y supone una emisión de CO2 equivalente a 3,6 cremaciones.

Teniendo en cuenta el crecimiento demográfico a nivel mundial, la huella ecológica generada en los servicios funerarios es un problema que se agravará mucho más en un futuro cercano. Actualmente la media de personas que mueren a nivel global a diario es de más de 155.000, mientras que a diario nacen casi 373.000 personas. El crecimiento medio diario de la población en todo el mundo demuestra que es necesario encontrar alternativas sostenibles a la cremación y la inhumación tradicionales.

EE. UU. pionera en esta técnica

En la búsqueda de una cremación ecológica, los expertos han desarrollado nuevas técnicas como la promación o la resomación. Por el momento, la cremación con agua, o hidrólisis alcalina, como también se conoce a la resomación, está disponible en pocas funerarias, la mayor parte de ellas ubicadas en Estados Unidos y Canadá. Sin embargo, la dinámica del mercado ha cambiado a favor de un modelo más responsable con el medio ambiente y los clientes ya demandan productos y servicios sostenibles, por lo que todo apunta a que estas alternativas ecológicas acabarán sustituyendo a la cremación tradicional.

Análisis del sector funerario en España 1

Resomación: qué es y cómo funciona

La resomación, también conocida como biocremación o cremación ecológica, utiliza un proceso de hidrólisis alcalina que permite reducir un cadáver a polvo en apenas tres o cuatro horas utilizando la octava parte de la energía necesaria para la cremación y con una reducción del 35% de las emisiones de carbono. Esta técnica ya está disponible en varios estados de EE. UU. (Florida, Colorado, Maine, Minnesota y Oregón) y su uso está en proceso de regulación en el Reino Unido.

En primer lugar, el cuerpo se coloca en un ataúd o sudario hecho de materiales biodegradables antes de colocarlo cuidadosamente en el cremador de agua, donde en un corto período de tiempo el cuerpo regresa a sus elementos orgánicos básicos.

El cremador de agua o cápsula de resomación, es un sistema a presión donde se mezcla hidróxido de potasio y agua a 170 grados centígrados. “En lugar de fuego utilizamos agua y una sustancia con base alcalina. Es alrededor de 95% agua a alta presión y alta temperatura, y esto químicamente reduce el cuerpo a cenizas, y esa ceniza pura y blanca al final de proceso se devuelve a los familiares como se hace en la incineración», ha explicado el creador de la resomación, Sandy Sullivan, en una entrevista publicada por la BBC.

Ventajas de la hidrólisis alcalina como método de cremación ecológica

La hidrólisis alcalina imita el proceso natural de descomposición de un cuerpo, pero de una forma más rápida y limpia. Además, según Sullivan, la resomación permite reciclar implantes y recuperar amalgamas dentales, la mayoría fabricadas con mercurio. De este modo, el metal tóxico se puede retirar de forma segura para evitar su vertido en el subsuelo y su posible filtración en los acuíferos o aguas subterráneas. 

La resomación requiere una octava parte de la energía necesaria para la cremación y supone una reducción del 35% de las emisiones de carbono

Además, como se ha indicado anteriormente, únicamente requiere la octava parte de la energía necesaria para la cremación y supone una reducción del 35% de las emisiones de carbono, por lo que, se reduce considerablemente la huella ecológica e implica una reducción de costes para las empresas funerarias. 

La fundadora y directora de Resomation Ltd, Sandy Sullivan, ha asegurado que “la cremación con agua ahora ofrece un enfoque nuevo, innovador, pero digno, que usa significativamente menos energía y emite significativamente menos gases de efecto invernadero que la cremación con llama. Una vez más, estamos en la cúspide de revolucionar la industria funeraria con la oportunidad de brindar al público una alternativa ambiental al final de la vida”.

Análisis del sector funerario en España 2

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